Conozco la sonrisa brillante de las mañanas...
Las tardes melladas,las desdentadas noches.
Sé del aullar de gigantes en lumbres aspas de molino
,sé del letargo de los sentidos entre el estruendo de monedas,sé del néctar de las bocas y de su aliento en la nuca,
sé de las palabras inútiles como bolitas de humo,y de camas deshechas como lienzos desflorados.
Sé de los bordes cortantes del canto herido,
sé de su demencial cordura.
Desconozco, sin embargo, ese rostro vagamente familiar,
que me mira a cada instante desde el espejo...


-kutxi Romero-

30 de mayo de 2009

Esas horas que se pasan como segundos, esos segundos que parecen eternos

Tras días de lucha constante contra el reloj. De saltarme todos los esquemas de sueño y comida predeterminados. De acostarme a las 8 de la tarde y desayunar a la 1 de la mañana . De hacer de la noche mi eterno día y del día mi tortura.
Tras días de sentir como la vida se me escapa de las manos, como voy sucediendo etapas en mi vida casi sin darme cuenta, como voy conociendo a personas y dejándolas atrás en el tiempo. Como el tiempo hace que cambie todo con cada una de las personas que conozco, en todos los sentidos.
Tras días de temer al tiempo, de sentirme mayor a mi corta edad, y de aterrarme la idea de que en breve, lo seré de verdad. Tras días de echar la vista atrás, y llorar por no poder revivir lo vivido.
Tras estos días, le levanto una bandera blanca al tiempo, no quiero luchar más. He decidido ponerme de su lado, he decidido seguir recta hacía donde me quiera llevar, alegrándome por crecer, y por todo lo que me ha permitido vivir. Por esas horas que se pasan como segundos, y esos segundos que parecen eternos.
Ayer, me vi reflejada en ella, en ellas, como recordaban lo vivido 25 años atrás como si estuviera ocurriendo en ese preciso instante, como ese transportaron en el tiempo y en las emociones.
Al fin y al cabo, de eso se construye nuestra vida, de recuerdos, el tiempo pasa en el mismo instante en el que lo estas viviendo, eso es una realidad contra la que no se puede luchar, pero se puede jugar con el y hacer tuyos los momentos, y hacerte tú con esos momentos.

18 de mayo de 2009

El arte está en la calle.

Ingenua de mí. Hoy me organice el día en la ciudad impredecible. Desde el momento en el que deje que el despertador sonara dos horas más de lo previsto supe que ninguno de los planes se iba a cumplir. Aún así, no renegué… pero minuto a minuto, el día se fue tornando y la magia de esta ciudad llegando.

El cielo azul se fundió con lo cálido y mi sonrisa no puedo evitar renacer . Y esa gente. Llevo meses escuchándolos, admirándolos. Llevan meses alegrándome los días, llevan meses consiguiendo que detenga mi rumbo para oírlos, y para sentirlos.

Hoy me han hablado., sin palabras. Hoy me han contado su historia, que no por imaginada, ha dejado de sorprenderme. El verdadero arte, el que se hace porque se ama, en el que se dejan la vida. Por el que son capases de abandonarlo todo, de cambiar su casa, su familia su ciudad, su vida… por pasarse días y días amenizándonos los momentos, haciéndonos sentir la música, dándonos un auténtico concierto en el que consiguen que la gente con un destino predeterminado, se pare, y acabe bailando. Estos son los verdaderos artistas, los que no pagan a las cadenas de radio por salir en una lista, para introducir en la mente de la gente la misma canción durante meses. Los que no hace conciertos multitudinarios. Los que les basta, con ver a la gente disfrutar con lo que ellos hacen, con su arte.

Le dan si cabe más magia, a la ciudad condal. Hoy les he confesado, que todos mis días tristes, los han vuelto felices.

11 de mayo de 2009

¿La sociedad de la Sobrecomunicación?

Días atrás, en una de esas clases en las que se aprende más que en un mes de clases teóricas y desmotivadas de buenos profesionales, pero no tan buenos profesores. Una de esas clases en las que no mermas tu atención ni un instante durante dos fugaces horas. Una de esas clases en las que contrastan las lágrimas y risas, los descubrimientos personales y los debates sociales… en una de esas escasas clases, alguien planteo un tema que me hizo reflexionar. … Estamos en la Sociedad de la Sobrecomunicación dijo.

Bajo este término, ese alguien, hacia alusión a una sociedad de palabras vacías, de hablar por hablar sin tener nada que decir, de contarnos la vida por los nicks, de comentarios vacíos e insignificantes en redes sociales, incluso a gente con la que haces años que no tienes ningún tipo de contacto o gente que acabamos de conocer, que no pueden tener el calificativo de amigo. En contraposición con la carta ansiada de antaño a la llamada por teléfono al tener algo realmente importante que contar.

Lo más curioso de todo es que este término, despectivo, hacia la comunicación saliera de alguien que lleva cuatro años siendo bombardeado, en una escuela de Publicidad y RRPP, con conceptos sobre comunicación, sobre la que nos instruyen que gira todo, es el Dios de nuestra carrera, omnipresente en todos los ámbitos y asignaturas, al que tenemos que idolatrar, cuidar, saber manejar, para cumplir nuestros objetivos, para ser queridos en el ámbito de la publicidad, sus 10 mandamientos, son las máximas de la excelencia de las RRPP, y si nos las saltamos, más que un pecado, puede significar el fracaso de una campaña, de un proyecto, de una gran empresa, de un sector…puede provocar una crisis.

Sobrecomunicación. Sigo indecisa sobre si ese alguien, estaba en lo cierto o no. Sus palabras, su modo de expresarse, de mirarte… su modo de comunicar, hacia que en ese momento, le dieras la razón en todo lo que salía por su boca.

Realmente, no creo que sea sobrecomunicación, creo que a lo que ese alguien hacia alusión, tiene más que ver con lo superficial, con la falsedad, y con las modas por las que nos dejamos arrastrar. No considero negativo en absoluto que se produzcan estos progresos tecnológicos en lo que a comunicación se refiere. Mi generación ha vivido y experimentado esta rápida transición de la carta, al e-mail, del teléfono al msn, de los álbunes de fotos a las redes sociales. Hemos crecido a la par que lo ha hecho Internet, ha influido enormemente en nuestra educación, nos ha facilitado muchos ámbitos de nuestra vida, profesional y social…pero como todo tiene una barrera.

El problema de la comunicación y por ende de la publicidad, es el cómo se utiliza. Es un poder necesario, pero como todo poder peligroso. He aquí la gran crisis existencial de una ya casi publicista, que se revela contra el sistema, y que se dirige de cabeza y en picado a ser absorbida por sus redes. Porque sí, la publicidad manipula, como ha manipulado la comunicación desde Napoleón o Julio Cesar. Siempre queda más bonito decir persuasión, que manipulación. Y así definen en los libros la publicidad, comunicación persuasiva. Tengo una lucha moral interna cada día, en cada clase, en la que me hacen estrujarme las neuronas para persuadir a la gente a adquirir a algún bien que quizás no necesite o que no le reporte tanto bien, como a la empresa por la que trabajamos. Por otro lado, me encanta utilizar la comunicación para convencer a la gente de cosas en las que realmente creo.

Sin dejar de ser idealista, vivo en un mundo real, que se como es y como se mueve, se que si finalmente me acabo dedicando a esto tendré más de una contradicción moral sobre algún que otro trabajo. Pero también se, que en mi afán por luchar por lo que creo, se pueden hacer cosas muy buenas con la publicidad para educar al mundo, y estoy orgullosa de tener compañeros, aunque sean pocos, que como yo, tienen una lucha interna cuando nos enseñan como convencer a la gente de cosas que no creemos, porque si que hay profesores que intentan hacerlo.

La comunicación, realmente, lo es todo, como seres sociales tenemos la necesidad de comunicarnos, y suele ser una muy grata experiencia. Las nuevas técnologias te permiten seguir en contacto con todos aquellos que tienes lejos, te permiten ver lo que están haciendo…yo como nómada que me considero, le tengo mucho que agradecer a las nuevos avances comunicativos. Lo que no quita, que me encante la llamada de la semana con el mamut, o la carta inesperada del correoso. De hecho les doy más valor.

Al acabar sus argumentos, persuasivos, todos aplaudimos a ese alguien. Por unos momentos nos convenció, pero al cabo de unos segundos, cada uno reaccionó, entramos en una de las cosas más enriquecedoras para mi y con las que más aprendo. Los debates. Y fuimos capaces todos de exponer nuestra propia opinión, sin dejarnos convencer sin más por sus argumentos. De eso se trata, de saber reaccionar ante los estímulos persuasivos, y renegar de ellos si realmente no estas de acuerdo.

Ese alguien que era un absoluto desconocido para mi hace unos meses, ese alguien con el que he mantenido buenos momentos durante estos meses, ese alguien que quizás, sin todo lo que él criticaba, en pocos meses, volvería a convertirse en un alguien desconocido para mí.

No les quiero convencer de que mis argumentos aquí expuestos son los ciertos, yo misma acabo de utilizar la comunicación para persuadir. Quiero que reaccionen a esa persuasión, que reflexionen, y que respondan ustedes mismos.

¿Estamos en la sociedad de la sobrecomunicación?.