Conozco la sonrisa brillante de las mañanas...
Las tardes melladas,las desdentadas noches.
Sé del aullar de gigantes en lumbres aspas de molino
,sé del letargo de los sentidos entre el estruendo de monedas,sé del néctar de las bocas y de su aliento en la nuca,
sé de las palabras inútiles como bolitas de humo,y de camas deshechas como lienzos desflorados.
Sé de los bordes cortantes del canto herido,
sé de su demencial cordura.
Desconozco, sin embargo, ese rostro vagamente familiar,
que me mira a cada instante desde el espejo...


-kutxi Romero-

28 de septiembre de 2009

¿La generación de la frialdad?

"Me fume la razón, me bebí el corazón"

Llevo días planteándome si somos la generación de la frialdad. Dicen que somos la generación de la tecnología, de la comunicación, de los móviles e Internet, de no saber vivir sin la caja tonta o sin un videojuego, también somos la generación que ha vivido el mayor desarrollo español en años… una generación afortunada… con trece años yo estaba trabajando.. solía decirme mi padre.

También somos la generación de escepticismo, la generación más atea que ha existido hasta el momento, escepticismo religioso y político, una generación que mira más allá del simple futuro de casarse y tener una familia. Me gusta mi generación, me gusta no solo los avances tecnológicos, también los avances mentales, el pensar más en uno mismo en un futuro propio que no tenga que estar obligatoriamente al servicio de nadie, el pensar más en estudiar algo interesante que en limpiarle la casa a mi marido, el pensar en el sexo sin tapujos, el Carpe Diem que intentamos explotar por instantes. La inquietud por conocer lugares, tradiciones, por saber que nuestro mundo no se reduce a donde nacemos, también por tener la oportunidad de explorar otros sitios.

Pero, también somos la generación del pasotismo, estamos bien en nuestro mundo tecnológicamente perfecto, con nuestra mente en vivir el momento que nos olvidamos del resto del mundo. Nos falta compromiso con el resto del mundo, pero creo que también nos falta compromiso con nosotros mismos.
Nos falta compromiso, porque no hemos tenido que vivir lo que vivieron otras generaciones perecederas, no ha habido guerras, ni dictaduras, ni coacción de pensamiento, ni obligación de ir a la iglesia los domingos… somos realmente afortunados, tanto, que “ nos la suda” el resto del mundo, nos conformamos con que llegue el fin de semana e ir alguna discoteca con música, que por lo general ni nos gusta especialmente, pero nos desinhibimos de tal forma que somos felices…hasta el día siguiente.

Lo que me da miedo, es que realmente no seamos tan fríos como intentamos ser, que la coraza de frialdad se derrita con el calor de los años, y que no seamos capaz de desprendernos de ella, y acabemos nosotros derretidos. Tiemblo al pensar que todo lo que en teoría nos da igual, nos importe el triple cada segundo. Me da miedo que la tecnología nos vuelva personas vacías, incapaces de despegarse de un ordenador, incapaces de relacionarse cuerpo a cuerpo. Me da miedo que el sexo sin amor, pierda su esencia más pura, me da miedo que la frialdad haga que nos olvidemos de enamorarnos, me da miedo que nos perdamos el vivir sensaciones que son mucho más gratificantes que una noche de borrachera y locuras (y mira quien habla).

Pero me gusta saber, que todavía soy capaz de sentir miedo a la frialdad, que llevo días inquieta pensando en ello, que realmente para lo bueno, lo malo y lo muy malo, no soy tan fría como intento aparentar. Suena contradictorio, pero me gusta saber que soy capaz de sufrir, que las cosas me duelen más de lo que intento aparentar, porque eso quiere decir que se pueden transformar en placer, porque si realmente no dolieran, si dieran igual, tampoco gustarían, porque nada me importaría.

Espero no olvidar nunca ese miedo.





"Ayer puse el sol a remojo,
quise volver a ser el perro verde,
hoy tengo los ojitos rojos,
estuve bailando con la mala suerte,
le he contado mi vida entera
brindándole al aire mi voz cazallera,
bailé en su vestido borracho de pena,
me bebí la razón, me fumé el corazón(..)

Y cuando las estrellas salen
ya estoy colgado del jirón de un sueño,
el mundo entero no me vale,
ayer por la noche me estaba pequeño,
y plantao en un tiesto sin tierra
me invento otro mundo de puertas abiertas,
en donde los besos no sepan a mierda,
voy buscando otro yo a limpio trompicón,
y ya he vuelto a perderme,
no pude juntar el agua con aceite"

14 de septiembre de 2009

"Vi lo que no mira nadie, y me dio vergüenza y pena"


Como si fuera parte de la ciudad, como un mueble más, 3 meses después seguía ahí. Un mueble con alma, que nadie ve. Pasa desapercibido entre el humo de los coches, el temblor del metro, el caos de la muchedumbre, la calma de los turistas por las ramblas, la prisa y el estrés de los autóctonos, el ruido contaminador de la ciudad, entre los bancos que se forran y los que se ganan la vida con su arte en las calles, entre los edificios de lujo para tiendas de marcas, y los puestitos para los que pasamos de las marcas, entre los bares con cervezas a 5 euros y los “moro birras” de todo a un euro, entre los guiris rosas y los cabellos azules que pasan desapercibidos…

Como un objeto más de la ciudad, nadie lo mira de verdad, nadie se da cuenta de que detrás de esa especie de bola con la cara agachada, sin querer mirar a nadie en forma de respeto, como si acaso a el alguien le mostrara algo de respeto, hay una persona. Hay una vida, una desafortunada vida…
Detrás de esos muebles, que están en todas las ciudades, en todas las partes, aunque nunca los vemos, detrás de cada mirada agachada, mezcla de tristeza, necesidad, quizás arrepentimiento, y vergüenza; hay miles de historias. Quién sabe si la precariedad de su país le obligo a jugarse la vida por necesidad, y que ahora necesita de la caridad, quién sabe si era un trabajador respetable de una fábrica, de esas a las que echan a los que llevan 30 años trabajando, porque les ataca una enfermedad llamada crisis, que solucionan dejando a miles de personas sin medios. Quién sabe si quizás es un drogadicto, que ha cambiado la vida por el vicio… quién sabe los millones de motivos que tienen esos muebles, para pedir nuestra caridad… Pero los muebles no necesitan comer, no necesitan casa, no necesitan vida…
¿Será por eso que echamos la vista un lado y seguimos caminando?. Tres meses después, he vuelto a ver a esa PERSONA, en el mismo lugar con la misma mirada que me contagia la tristeza… “ vi lo que no mira nadie, y me dio vergüenza y pena” citando, porque hay frases que merecen ser citadas.

2 de septiembre de 2009

Tópicos, poco de verdad, mucho de mentira.

Dejarse guiar por las apariencias, dejarse influenciar por ellas, son realidades que todos hacemos diariamente, aunque luego no lo reconozcamos. Son puntos débiles con los que es muy fácil jugar. Más aún para ellos, cuyo objetivo es ganar dinero, cosa totalmente respetable como empresas que son, por mucho que sean empresas de comunicación. Hace unas semanas, la indignación llegó a muchas personas de Las Palmas, de repente eventos por las redes sociales, correos, incluso en el telecanarias se habló del tema. Un programa nacional, cuyo objetivo básicamente es hacer reportajes de playa en playa… había dejado a la isla, en un pésimo lugar, eso era lo que me decían todos. Vi el documental, y realmente, eso no era toda la realidad, aunque si parte. Pero era lo que vendía. El problema está en que la imagen que se vendía del lugar, no era, del todo, la real. A los pocos días, en otro programa del mismo formato, porque eso sí se ve que se ha puesto de moda innovar en un formato y explotarlo en todas sus variantes hasta su hundimiento, pusieron un reportaje de Miami. Y curiosamente, o no, las imágenes eran aterrodaramente similares. Si no fuera de Las Palmas, puede que ni hubiera sabido distinguir las diferencias entre un lugar y otro. El borracho de turno, la gorda sin ningún tipo de pudor de la playa, el homosexual sin complejos, el club de streaptis….etc. La misma persona, que semanas antes me había criticado el reportaje sobre nuestra isla, me habló, incitandome a poner tal canal para que viera al personaje de turno que estaba saliendo en ese momento, de eso si nos podíamos reir, porque no era nuestra ciudad, porque no nos tocaba de cercas, así que Miami sólo es putas, locos en la playa y gays… no lo creo.

Igual que Sevilla no es solo señoritos con Patillas, ni pasos ni fiestas, ni tapitas y cervecitas baratas, que también… pero es eso más gente humilde, más trabajadores que disfrutan de la vida después de cumplir su labor, más ilusión por el avance, más el arte que llevan en la venas, más la gracia y el salero, que si es un tópico, y la bondad y la generosidad de muchos que no lo es, tambíen es cultura, festivales de cine, de teatro, la semana del circo, la semana del hiphop, locales de magia, y magia en las calles… es el color especial.

Igual que Barcelona no es solo agarrados, ni independentistas, ni putas y cullidas en las ramblas, ni tripletes de fiesta, ni la obseción por el trabajo…que también, pero además, es recompensa por lo trabajado, es noches de locularas, es respirar diversidad en sus calles, es la mágia de lo inesperado, es lo inimaginable hecho realidad, son calles estrechas, grandes ensanches, diagonales y plazas, es gente buscando una nueva vida, buscando y encontrando, es la inexistencia del escándalo público, es el cosmopolismo más puro en nuestro país, mezclado con la sencilles más pura de la mayoría de sus gentes..

Nada es lo que parece. Todo tópico tiene algo de verdad, y mucho de mentira. Supongo que hasta que no experimentas por tí mismo, es muy difícil vencer a los tópicos. Lo que tengo claro, es que no me voy a creer ningún tópico que tenga un negocio detrás, ningún tópico de las empresas de comunicación que se están convirtiendo en las empresas de lo morbosos, y lo peor, es que lo más probable, es que no sea solo culpa de ellos, también de la mente cerrada y vaga de nuestra sociedad.

En breve… destaparé tópicos, del otro lado del charco.