Conozco la sonrisa brillante de las mañanas...
Las tardes melladas,las desdentadas noches.
Sé del aullar de gigantes en lumbres aspas de molino
,sé del letargo de los sentidos entre el estruendo de monedas,sé del néctar de las bocas y de su aliento en la nuca,
sé de las palabras inútiles como bolitas de humo,y de camas deshechas como lienzos desflorados.
Sé de los bordes cortantes del canto herido,
sé de su demencial cordura.
Desconozco, sin embargo, ese rostro vagamente familiar,
que me mira a cada instante desde el espejo...


-kutxi Romero-

18 de noviembre de 2010

Impulsos.

Nose de donde me nace esta incesante, gratificante
a la par que angustiante necesidad de aprovechar
cada ínfimo minuto de mi vida.

Pero nunca es el último. Y mis impulsos de locura me van
transportando a desenlaces inimaginables. Y por ello perfectos.
Los impulsos que me han llevado a vivir en los dos lados del charco.
Los que hacen que una furgoneta la sienta como el mejor hotel del mundo.
Los que lleva a la risa sin freno, a aumentar el libro de anécdotas por excelencia.
Ha descubrir personas cada día, que en un minuto pasan a forma parte de tu vida.
Otra nueva vida.

Ya no por cambiar de ciudad. Por dejar lejos a los que quieres y querer a otros desconocidos.
Ya no por recordar con nostalgia, o por revivir con pinceladas de felicidad los recuerdos.
Otra nueva vida, cada día.

Porque he decidido que cada día sea una aventura.
Porque he decidido que el abrir los ojos es el momento más esperado del día.
Porque he decidido solo cerrarlos para soñar otras nuevas vidas.
Porque no quiero hacer planes, ni acorto ni a largo plazo,
porque los planes nunca son lo planeado.
Porque me aburrí de esconderme en la negra escusa de la esperanza
ponerme el freno del ojalá, del imaginar....
Porque he decidido transformar los sueños a realidad todos los días.


He decidido vivir.