Conozco la sonrisa brillante de las mañanas...
Las tardes melladas,las desdentadas noches.
Sé del aullar de gigantes en lumbres aspas de molino
,sé del letargo de los sentidos entre el estruendo de monedas,sé del néctar de las bocas y de su aliento en la nuca,
sé de las palabras inútiles como bolitas de humo,y de camas deshechas como lienzos desflorados.
Sé de los bordes cortantes del canto herido,
sé de su demencial cordura.
Desconozco, sin embargo, ese rostro vagamente familiar,
que me mira a cada instante desde el espejo...


-kutxi Romero-

24 de agosto de 2011

Despertar en una plaza.

Un viernes de agosto, venía caminando por la avenida después de una noche de supuesta fiesta con mis amigos, observaba el bonito paisaje mientras pensaba en el dolor de la rodilla, y me frustraba el hecho de que nunca volviera a ser la misma rodilla de antes. La verdad era que lo que me daba miedo era que yo no volvería hacer la misma después de estos tres meses. Y me daba miedo no saber acoplar mi transformación al mundo supuestamente real, a la vida y a la gente con la que había estado siempre. Pero era superior a mí, me dolía en el alma ver como mis compañeros estaban trabajando por mantener vivo un poblado en Madrid, como otros estaban luchando por una sanidad de verdad y evitaron cierres de urgencias, como otros evitaban desahucios o deportaciones de extranjeros y yo intentado estar de vacaciones, sintiénodme hipócrita casi día a día... pero sobre todo me dolía cuando veía que sufrían y yo no estaba para sufrir con ellos. Mis amigos de siempre me decían, tienes que desconectar, diviertete... y tenían toda la razón del mundo pero no era nada fácil divertirse como antes. Pero hoy, hoy concretamente, ha sido uno de los días más difíciles, porque me he despertado con una llamada que me decía que 10 de mis compañeros, de mis amigos, de mi familia... de la gente más buena que he conocido en mi vida, de los únicos que he conocido que luchan desde la bondad, que luchan por un mundo mejor sin importarles las consecuencias propias, que tienen la esperanza de que realmente es posible, y de que no se dejan parar por nadie para evitar que se cometan injusticias a cualquier persona, de las únicas personas que conozco con verdadera moral... habían sido detenidas.
LLegué a casa sintiéndome frustrada, por no poder estar ahí apoyándolos, y porque nadie de mi alrededor conseguía entender mi frustración, intenté recordarme el porqé estaba haciendo todo esto, y entonces, me encontré una entrada a medias, que había escrito en muchos pequeños momentos de esta experiencia...

Cuando las esperanzas parecían menguar, cuando las utopías y los sueños parecían cada dia más inalcanzables, cuando me indignaba viendo como desde la comodidad del sillón consentíamos la destrucción de nuestras vidas por otros que se creen dueños... Desperté. Desperté una mañana y me enteré de que el pueblo estaba empezando a despertar, durmiendo en las plazas. Durmiendo, contruyendo, compartiendo, debatiendo,aprendiendo, creando, creciendo, luchando y creyendo en otro mundo posible, cada vez menos utópico. Decidí pasar a la praxis y no sólo a las palabras. Decidí unirme a toda esa gente que éramos tratados como locos por exigir lo que nos pertenece, nuestros derechos reales y la soberanía del poder sobre nuestras vidas individuales, y en consecuencia colectivas. Y de repente me vi viviendo en una plaza, llamada Cataluña, donde fui más feliz que nunca. Porque mientras luchábamos en contra del sistema capitalista que nos adoctrina, adormece, manda y pone nuestras vidas a su servicio, nosotros mismo demostramos que existen otros sistemas de organización y desarrollo. Confluimos miles de personas desconocidas, con vidas, carácteres situaciones de indignación propia y dispares ideologías y motivaciones.. Que por fin, dejaron sus luchas individuales en pro de una lucha global. Así por primera vez, se dejaron al lado las banderas, los símbolos, los partidos, los representantes, los jefes, para recuperar la soberanía del pueblo en las plazas, sin constituir ninguna organización, pero más organizados que nunca. Esta utopía hecha realidad no fue fácil, costó más de 20 horas horas al día de trabajo sin pausas, costó lágrimas y sacrificio, discusiones, estres, porrazos, manipulación mediática, impotencia, boicots internos, secretas,detenciones...pero todo se superaba, todo valía la pena porque lo que estábamos haciendo era superior a nosotros, porque la fuerza y la convicción global minimizaba la lucha individual. Sabíamos que la plaza era el medio no el fin,pero costaba desprenderse de ella, de un nuevo hogar que nos habia esperanzado la vida. Y decidimos que la plaza se nos habia quedado chica, y sus objetivos cumplidos por que el movimiento se extendió a los barrios y sus plazas, la conciencia colectiva de la sociedad empezó a vislumbrar el despertar, se produjeron las manifestaciones más multitudinarias de la historia sin ser convocadas por ningún sindicato u organización. Pero el camino habia que seguirlo, y llevamos a la práctica una célebre frase que presidió la plaza hasta la "limpieza de los mossos". Caminante no hay camino, se hace camino al andar. Y paso a paso decidimos construir el camino de la indignación de Barcelona a Madrid, de plaza en plaza. Y ahora aquí estoy en un pueblito Guadalajara despues de haber...

No se como acaba la frase, de hecho ni siquiera se a cual pueblito de Guadalajara me refería, pero si se que he vuelto a sonreir, al recordar los grandes cambios que ya hemos hecho aunque la gente no se de tanta cuenta, pero sobretodo, los pequeños cambios que son los más grandes, los cambios internos en nosotros mismos, las transformaciones personales que he visto del resto, y de mi misma desde el primer día son indescriptibles, y han sido posibles por confluir tanta gente distinta dispuesta al diálogo, a la colectividad, a intentar llegar a consensos en posturas tan distintas, el escucharnos, el pensamiento colectivo que es la base para que el pueblo construya de verdad. Los proyectos que han derivado de todo esto son innumerables e impresionantes, pero sí es verdad que gran parte del entorno que siempre nos ha rodeado no es consciente de ello, las preguntas de ¿pero hasta cuando vas a seguir con esto? ¿ Pero de verdad creen que conseguirán algo? los si yo estoy de acuerdo pero.. se suceden en gente que siempre me ha comprendido al 100%, y me dolía que no me entendieran y mi respuesta a todo siempre eran grandes discursos a la defensiva. He reflexionado, y me he acordado de lo que he aprendido, del construir, de no encerrarme en mi pensamiento individual sin antes escuchar el del otro, creo que este es el camino para que sigamos haciendo historia, para que mis amigos mi familia y la sociedad en general entienda la magia de lo que hemos vivido, y el sentimiento ineludible de que ya estamos consiguiendo muchísimo...primero tenemos que escuchar el porqué lo ven como una realidad a parte, el porqué hablan de "los indignados" como si fuera algo ajeno a ellos, cuando mi situación es la misma que la de ellos... quizás si los escuchamos y nos escuchan sepamos juntos por donde seguir el camino.

Sólo me queda dar las gracias a todos los que han formado, los que están formando parte de esta experiencia, de estos meses en los que he evolucionado como nunca en mi vida y en los que he sido consciente de que otro mundo es posible, por que lo he vivido.

Documental Sol:




1 de agosto de 2011

Personas.

Sus dedos tecleaban alegremente su nuevo juguete, no le importaba nada más que su minipiano mientras sus pies recorrían sin cansarse la plaza donde las asambleas le rodeaban. Esa plaza a la que todos llegaban por diversos motivos, pero se quedaban por el mismo.
Me acuerdo el primer día que lo vimos. La lluvia torrencial de cuatro días nos estaba poniendo un obstáculo más a los recientes vividos con el nuevo servicio de limpieza que ofrecían los mossos, o con los peligros eminentes que alertaba un simple y carísimo partido de fútbol.
Pero la indignación era más fuerte que todo y un simple toldo, puede que el que tuviera más goteras de toda la plaza, nos bastaba para resistir. Y en esa resistencia a modo de múscia indignada apereció el gabacho. El primer día con un mal humor alarmante solo increpaba para pedir comida o tabaco. Nadie le entendíamos más de dos palabras, aunque él gritaba en francés su indignación particular. Poco a poco fuimos descubriendo su historia. Sus turbulentas vivencias, sus luchas particulares contra el entorno y su propia mente. Fuimos aprendiendo a convivir con él. Fuimos aprendiendo que al interacción siempre es mejor que el ignorar. Y él acabó entendiendo qué haciamos allí, formó parte de la gran familia que éramos. Se sentía arropado después de mucho tiempo. Siempre me inquietó que sería de él, y de otros muchos, cuando la plaza se desalojara. Una semana después era el primero en recoger y limpiar, sus gritos se transformaron en sonrisa y nuestra incomprensión en cariño.

Semanas después los pies de algunos de nosotros llevaban la indiganción por los pueblos de la ignorada Teruel, cuando una llamada nos informa de que ya se ha “limpiado” la plaza del todo. El desalojo esperado habia llegado, y en mi mente apereció su rostro sonriente y la gran duda de si algún día volvería a sonreir con la misma naturalidad, o si lo habrían encerrado en un psiquiátrico que par aél era su cadena perpetua.

Hoy, reencontrandome con la ciudad condal, he cruzado una esquina y lo he visto, cerca de la plaza reconquistada por las palomas. Le vi esa mirada triste desconcertante del primer día, no sabía si me reconocería. Al verme sus labios han comenzado a sonreir con nostalgia, y mis ojos han empezado a derramar lágrimas.

Todas las personas del camino, me han ayudado a ser más persona, me han cambiado, me están cambiando. Es el primer paso para cambiar el mundo.