Conozco la sonrisa brillante de las mañanas...
Las tardes melladas,las desdentadas noches.
Sé del aullar de gigantes en lumbres aspas de molino
,sé del letargo de los sentidos entre el estruendo de monedas,sé del néctar de las bocas y de su aliento en la nuca,
sé de las palabras inútiles como bolitas de humo,y de camas deshechas como lienzos desflorados.
Sé de los bordes cortantes del canto herido,
sé de su demencial cordura.
Desconozco, sin embargo, ese rostro vagamente familiar,
que me mira a cada instante desde el espejo...


-kutxi Romero-

13 de enero de 2010

LLovía. LLueve.

Con cuidado, delicadamente, lentamente, las gotas del cielo iban dejando un paisaje húmedo en la ciudad condal. Sin chaparrones, sin brusquedades, sin asustar a nadie. Yo seguía mis pasos, mezclándome con la lluvia, disfrutando del momento de tranquilidad del día. Mientras la gente incesante abría sus paraguas, y aceleraba el paso, yo observaba paciente lo que se cruzaba en mi camino.

Dos chicas de la mano, desprendiendo esa mirada que radian los ojos de los afortunados, ingenuos, que están envueltos en la burbuja del amor, ajenas a todo, el suave llanto de la lluvia sólo les hacía cosquillas.
Un vagabundo, como un mueble más de la ciudad, al que todos ignoraban, al que nadie veía, yacía inmóvil en una de tantas esquinas de la ciudad. El guitarrista del metro, cerraba los ojos e imaginaba que toda la gente que pasaba por allí, estaba para sentir su música, como si de una reconocida estrella se tratara, puede que yo fuera la única que estaba allí para eso. En un callejón del Raval, se oían gritos y puños, mientras en la cera de en frente trapicheaban con estupefacientes. Sólo unas calle más allá, los mossos conversaban y reían en la puerta de su refugio. Tras atravesar las caóticas ramblas llenas de turistas, de Mikel Jacksons, de hadas, de Ronaldiños, y de acróbatas… llegué al paseo marítimo. En el mar, las gotas volvían a su hogar, cansadas de llorar. Con sus telas blancas desplegadas, los emigrantes ilegales, se buscaban la vida de la forma más honesta que podían. Cuando uno estaba apunto de venderle uno de sus bolso a una turista, uno gritó, ¡Policía!. En un instante el paseo estaba vacío a lo lejos se observaba como con sus sacos al hombros corrían despavoridos. Los mismos, que en su refugio huían del llanto del cielo minutos antes, e ignoraban los gritos del Raval, ahora se pavoneaban de ellos. El suelo resbaladizo no pudo evitar que uno de ellos derrapará. Derrapando su vida. Entre seis mosso le agarraron violentamente y se lo llevaron. El cielo volvió a llorar, esta vez, un llanto torrencial. Pero yo seguí sin correr. Seguí sin abrir mi paraguas. Me quedé allí quieta, pensando en por qué se le llama justicia a la ley.
De repente me vino a la cabeza, una conversación con un amigo, en la que debatíamos sobre un trabajo que estaba realizando yo sobre la democracia. Y recordé estas palabras:

“mentiras para ser votados, para seguir también después siendo el puesto en el que se encuentran (..) y ya lo mejor es todo el dinero que son capaces d apropiarse , lo hacen
y no sólo eso, hacen movimientos ilegales, que a su vez dentro d la ley son legales, y lo son porque ellos lo permiten para poder seguir estafando
sino mira el último caso mas conocido
el Juez Garzón, se embolsó no se cuantos kilos d pesetas, `por unas simples charlas en un congreso,unas charlas por millones, se llegó a descubrir que el tipo hizo unos movimientos bancarios, para no tener que pagar nada, cuando el dinero se lo estaban pagando de debajo de la mesa , aún así, el tipo consiguió mostrar ese dinero como limpio, y no sólo eso, consiguió no tener que pagar nada, dicen… que la ley se gana con la ley por algo será, y los que han implantado esas leyes , siguen arriba, y siguen aprovechándose de ellas, y dejan los huecos justos para poder hacer ellos sus chanchullos”


y otro me dijo…
“tu sólo dile, que la democracia, es mentira. Quizás no te apruebe, pero nunca se olvidará de ti".”


Acaba de empezar a llover otra vez.

6 comentarios:

  1. si cada vez que llueve tienes esas interesantes sensacionees,espero que el liquido elemento se manifieste con cierta frecuencia por la ciudad condal,aunque en tu querida Playa de Las Canteras,luzca un sol espectacular.Y no es por fastidiar.
    Un abrazo

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  2. Pues fastidia:).

    En realidad, seguro que ahí esta lloviendo exactamente igual que aquí en este instante.
    Sin caer una gota, pero el cielo sigue llorando.

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  3. Muy interesante el comentario. Tiene profundidad y belleza. Prfundas reflexiones nacidas de la observación de lo que ocurre.Un beso.PJ

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  4. Al final la lluvia es lo único que es igual para todos. Gracias por la reflexión.

    Un beso.

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  6. cjp, ya hay una nueva entrada en mi blog. Ya lo he retomado. Gracias por leerme, y sobre todo, ¿cómo me has encontrado?

    Tu entrada es interesante. A mí me gustan los carnavales, y te dejo parte de un pasodoble. Es de 2002, pero viene perfecto (creo) para tu entrada:

    "para ser juez sobran los calvarios
    del los temarios de oposiciones;
    para ser juez sobran diccionarios;
    para ser juez faltan dos cojones;
    para ser juez hay que ser humano, señoría,
    y más valor para hacer justicia y sentencia.
    Para ser juez quítate la toga
    que la caridad se ahoga
    y se empaña la conciencia.
    Y que no quiera ser inocente
    quien sea culpable de poca vergüenza"

    Agrupación: Los Panteras
    Autor: Juan Carlos Aragón

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